viernes, 2 de enero de 2009

EL JUEGO Y EL PLACER DE LA ESTRATEGIA

Es significativo que las primeras reacciones a este blog hayan señalado la influencia que estos juegos tuvieron en desarrollar el gusto por los juegos de estrategia en las personas que tan amablemente han querido comunicarse conmigo.
A este respecto, y solamente como muestra, me permito reproducir literalmente una entrada en un foro de juegos de estrategia:
"......A los 14 años mi primo mayor me pasó mi primer wargame, "Metauro", sobre una batalla púnica. Formaba parte de una serie de cuatro juegos que se jugaban sobre tablero, pero con miniaturas pintadas de plastico, como los soldados con los que yo jugaba cuando era más pequeño. Además se acompañaba de un album y una colección de cromos con escenas obtenidas de la pelicula "Anibal" con Vitor Mature. Me deslumbró, tanto que acabo literalmente destrozado. Luego vinieron doscientos más, pero esa primera impresión ... Debió ser editado a principios de los 70, imagino que en Barcelona........".
Estos juegos no admiten comparación con los juegos de estrategia "serios" (ya hablaremos al respecto), pero nos proporcionaron un gran regalo: ser nada más y nada menos que un juguete (no lo olvidemos) que nos hizo sentir ya de niños el "placer de la estrategia", descubrir que nuestras decisiones alternadas con las de nuestro adversario (y sin embargo amigo) provocaban una cadena de acontecimientos, que, sin olvidar un cierto componente aleatorio (los dados), era en gran medida predecible y que aún más: podíamos intentar dirigir.
No puedo olvidar la excitación al observar a los elefantes de mi rival dirigirse hacia la ordenada fila de mis legionarios; la angustia de ver como uno de mis flancos estaba siendo desbordado o la euforia al contemplar como mi contrincante retrocedía de forma imparable.
Todo lo anterior me educó sin dejar de divertirme ni un solo momento, por ello mi deuda con estos juegos es impagable .

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